miércoles, 10 de marzo de 2010

QUE SE PORTE BIEN

Que mire usted, que yo lo único que quiero es que mi niño se porte bien. Pues entonces ya se puede sentar nuestro angelico (aspirante a medir uno setenta por la parte más corta, y a convertirse en un armario de dos puertas y media como mínimo). Las dos primeras horas permanece tranquilo y en silencio; tampoco es necesario despabilarse tan pronto cuando tiene para hacerlo cuatro horas por delante. A tercera hora va moviéndose poquito a poco, cual polluelo que sale del cascarón y va descubriendo la vida. Además se le han dormido las nalgas o posaderas y hay que ir despertándolas para la hora del recreo. Ahora es cuando la serotonina, la hormona del bienestar, alcanza su punto álgido y encuentra un magnífico caldo de cultivo. A cuarta hora, relajación profunda controlandola respiración tras el esfuerzo. En las dos siguientes, juega un partido de teneis virtual, según se deduce del movimiento continuo de cabeza a un lado y a otro. Por cierto, debe ir ganando porque está contento, feliz, sonriente. ¿Está pensando en que la hora de salir está cerca? Hasta mañana, Doña... ¡Ea! ¡A descansar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comparte tu opinión conmigo.