domingo, 20 de marzo de 2011

¡Qué suerte tienen los toros!

Se inicia la sesión. Algunos catalanes, que no el pueblo catalán, acusan: A Manolo Escobar por haber llevado a su novia a los toros, pero con el atenuante de que al ir vestida con minifalda los aficionados estuvieron más pendientes de este hecho que de lo que ocurría en el ruedo. A Federico García Lorca por escribir "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías". A Orson Welles por su deseo de ser torero y que a su muerte lo enterrasen en la finca San Cayetano, de Antonio Ordóñez. A Ernest Hemingway, que dio a conocer por todo el mundo la fiesta de los Sanfermines. A Goya, pues sus grabados de la Tauromaquia son tensos y siniestros. A Picasso, por su imperdonable pasión por las plazas, los toreros y los toros...¿Por qué no se defiende con el mismo afán al resto de los animales que sufren maltrato y están esclavizados de por vida, mientras los toros gozan de una existencia placentera y en libertad?
Abramos las puertas para que vuelen los pájaros. Desatemos los ponys que dan vueltas durante horas para diversión de los niños. Evitemos que mueran caballos en las romerías. No abandonemos nuestras mascotas cuando las consideremos un estorbo; ellas no lo harían con nosotros. Desgraciadamente hay tantas formas de violencia que sus señorías se podían pasar la vida prohibiendo. Mejor cojan "el toro" por los cuernos y resuelvan los problemas. Y no se me traumaticen por vivir en la piel de toro.