jueves, 8 de julio de 2010

Quiero una Barbie

Quiero una Barbie; yo, un Madelman. Estas peticiones son normales en el tiempo que precede a la Navidad, a los Reyes Magos o a cualquier celebración en la que esperemos que nos hagan un regalo; sin embargo, vengo observando que estos son los gustos de nuestros adolescentes y jóvenes en cualquier época del año. Ellos las quieren físicamente perfectas como requisito indispensable para presumir delante de sus amigos ,pasando a un segundo plano cualquier valía en otro sentido. Ellas, por su parte, prefieren un torso musculado en un buen gimnasio y a ser posible dentro de un coche para lucirse ante las amigas. Tanto unos como otros se sienten desde muy temprana edad observados como maniquíes de un escaparate ,esperando que se les dé el visto bueno. No es de extrañar que sobre todo en nuestras niñas cada vez se den trastornos alimenticios con más frecuencia. ¿ Merece la pena ? Tener esa edad y un futuro por delante son sus mejores atributos; si no, al tiempo.

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