Este fue el primer artículo que me fue publicado en el Diario JAÉN el 9 de Marzo de 2006:
"¿Para qué se celebra el día de la mujer trabajadora? Podíamos celebrar el día del ama de casa y ya tendríamos todas las fiestas en una: trabajadora y madre. O, mejor aún, en vez de la semana blanca, celebremos "la semana de la mente en blanco", porque una mente así se convertiría en una mente maravillosa, como la de la película. No habrá nada en el mundo donde quepan más cosas que en la mente de una mujer. ¿Y si las repartiéramos? Ahora que tanto se habla de solidaridad, probemos a ser solidarios. Repartamos también las horas de trabajo , esos días interminables; esos que, a semejanza de los cestos de la ropa, nunca tienen fin. Si un matemático o un profesor de Religión quiere explicar el término "infinito", que le pregunten a una ama de casa por su trabajo y lo tendrá fácil.
A pesar de todo, después de un largo día puede que oigas: "Mamá, ¿no tendrás un poco de tiempo para...?" "Sí, hijo".
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