martes, 26 de octubre de 2010

Un gigantesco huevo sorpresa

Lo confieso; lo primero que pensé cuando escuché el nombre de la nueva ministra de Sanidad, fue que definitivamente vivir en España es hacerlo a golpe de sorpresas. Creía que los puestos de responsabilidad deberían ser ocupados por personas experimentadas o como mínimo entendidas en la materia . Está comprobado que funciona bien "yo te agradezco, tú me agradeces" y los demás ya callarán. El mismo día leo en el teletexto que tenemos nueve millones de pobres; es decir, uno de cada cinco españoles no tiene satisfechas sus necesidades básicas, no llega a fin de mes y menos aún se puede permitir cualquier gasto extra. Pero lo más importante para nuestra clase política es tener "medidos sus tiempos" y calculadas sus estrategias para permanecer en sus escaños.También puso su granito de grosería y machismo el alcalde de Valladolid. Pedirá perdón ,pero este tipo de palabras no se deben olvidar. Esta clase de comentarios deberían haber pasado ya a mejor vida, sin embargo siguen vigentes porque hay pensamientos caducos y trasnochados que están solapados y disimulados, que no superados, y salen al exterior en cuanto encuentran el camino fácil. A lo mejor por esto vamos a tener en Gerona el prostíbulo más grande de Europa, para que sigamos estando "al servicio de la comunidad", en lugar de estar permitiendo que consigamos un futuro en libertad. Esto es lo que cuenta, para mandar al alcalde y a quien piense lo mismo, al mismísimo diablo.

domingo, 24 de octubre de 2010

No está publicado en el periódico como he hecho con todos los artículos que escrito hasta ahora, pero merece la pena leerlo:

Una tarde del mes de octubre tenemos los tutores de los diferentes cursos reunión con los padres( aunque salvo honrosas excepciones solamente vienen madres ) , para informarles de temas de interés relacionados con sus hijos. Antes de terminar ésta, repartimos unas encuestas para que las manden rellenas y les pedimos que les echen un vistazo por si hay alguna duda . Y aquí viene lo curioso por no decir lo triste. Oigo lo siguiente :" Yo no puedo porque no sé leer ". A partir de aquí se desarrolla el siguiente diálogo:

_ Pues si quieres yo te enseño . No se puede permitir que tú no sepas leer.

_ ¿ Me lo dice usted de verdad ?

_ Completamente ; si quieres puedes venir por las tardes los martes y los jueves que tenemos clase de cuatro y media a seis y media.

Desde entonces a la hora en punto está aquí con su lápiz y su cuaderno, cosa que me produce una gran ternura. No le importa que el resto de los alumnos tengan de 12 a 15 años . Es feliz viendo como aprende y descubriendo las palabras por ella misma. Ellos la miran con curiosidad pero con el máximo respeto. Por supuesto jamás les permitiría yo lo más mínimo.

Dice que cuando aprenda lo primero que escriba será una carta a su hijo.

Se llama Juanita y es mi alumna preferida por ser un ejemplo.

Presume con sentido del humor de que ella no va al colegio, sino al instituto. ¡ Qué arte!